domingo, 20 de octubre de 2013

El salario emocional, lo que no paga el dinero





SALARIO EMOCIONAL


El sueldo es uno de los aspectos importantes a la hora de aceptar un trabajo, sin duda. Pero no es el único condicionante para sentirse bien remunerado y reconocido en el puesto de trabajo. Hay aspectos que ni todo el oro del mundo podría pagar. Es lo que en Recursos Humanos se conoce como el salario emocional, es decir, las políticas y acciones que hace la empresa con el objetivo de garantizar el compromiso e implicación de su equipo de profesionales. En el salario emocional se consideran aspectos como:

La motivación. Un trabajador motivado y satisfecho será siempre el mejor de los valores para la empresa. Hay diferentes maneras de conseguirlo:
  • Con un plan de trabajo con objetivos.
  • Mostrando interés por su evolución.
  • Con un plan de formación y reciclaje y permitiendo que la haga en horas de trabajo.
  • Facilitando el crecimiento dentro de la empresa, con ascensos o nuevos retos laborales.
  • Fomentando el trabajo en equipo.
  • Con un plan de comunicación interna para que los trabajadores conozcan la filosofía de la empresa y la compartan, sean partícipes de la toma de decisiones, las conozcan antes que las personas externas, etc.

El reconocimiento. Va ligado a la motivación. Un trabajador se sentirá satisfecho si se le reconoce el trabajo bien hecho de forma pública y se le premia de alguna forma, y también si se le anima a seguir con su trayectoria ascendente. También si los reconocimientos están hechos con criterios objetivos e iguales para todos los trabajadores.

La conciliación de la vida familiar y laboral. Este aspecto es cada vez más importante. Que el trabajo no consuma todas las horas del día y deje también tiempo para las relaciones familiares y sociales es muy importante. Por ello se valoran muchísimo aspectos como:
  • La flexibilidad de horarios con jornadas continuas o intensivas, entradas y salidas flexibles.
  • La recompensa de las horas extras también con días libres.
  • La posibilidad de trabajar en casa, siempre o una parte de la jornada.

Beneficios sociales. Son aquellas recompensas por el trabajo que no son reembolsables en metálico y que garantizan al trabajador prestaciones que mejoran su bienestar y pueden cubrir algunas de sus necesidades básicas. Hay multitud. Algunas son éstas:
  • Vales de comida o comedor de empresa.
  • Salas de descanso bien acondicionadas, con café de calidad
  • Seguro de salud.
  • Planes de pensiones.
  • Coche de empresa.
  • Ropa de trabajo.
  • Teléfono y ordenador de empresa para casa en caso necesario.
  • Servicio de guardería propio o descuentos para los externos si la empresa no tiene.
  • Fomento de la actividad física.

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