miércoles, 12 de diciembre de 2012

DE LA IDEA AL NEGOCIO EN 8 PASOS


FUENTE: http://www.emprenderalia.com/de-la-idea-al-negocio-en-8-pasos/




¿Quién no ha tenido alguna “idea genial” y ha fantaseado con montar su propia empresa? ¿Y cuántos lo han dejado ahí solo porque no sabían por dónde seguir?

Las ideas son gratis, es su implementación de ellas lo que les da el valor. Aun así, implementar una idea no es una tarea fácil y antes debemos comprobar sobre el terreno si nuestra idea puede llegar a ser un negocio.


En este artículo voy a utilizar ideas y conceptos de estas 3 metodologías, que conforman un triángulo de impresionante poder a la hora de poner en marcha una aventura empresarial.

Además salpicaré el texto con mis propias ideas y con más información que he ido aprendiendo a lo largo de los años.

Para hacerlo más fácil de seguir he decidido ordenar el proceso en etapas numeradas, a pesar de que algunas se pueden realizar perfectamente en paralelo.



Paso 1: Reformula tu idea en forma de problema a resolver


Tener una buena idea está muy bien, pero para que sea un idea potente debemos tratar de reformularla en forma de problema.

Este problema es el que nos debemos centrar en resolver, y saber si existe un buen número de usuarios con ese mismo problema y que pagaría por resolverlo.

  • Paso 1.1: Empieza la documentación y la formación
Si tienes un poco claro que quieres ser un emprendedor y montar tu propia startup, lo mejor que puedes hacer es empezar a formarte lo antes posible. No hace falta que sea formación académica, sino leer blogs, libros, acudir a charlas, hablar con otros emprendedores…

Desde el inicio también debes empezar a documentar tu idea, a qué tipo de cliente le puede interesar la idea, qué otras opciones existen en el mercado… Busca y lee todo lo que puedas que esté relacionado con tu idea.

Tanto la documentación como la formación pueden empezar lo antes posible y se deben mantener a lo largo de todo el proceso e incluso una vez esté el proyecto en marcha.

  • Paso 1.2: Crea un blog personal o del proyecto (y escribe en él)
Si ya tienes un blog, más ideas tendrás para escribir, sino crea un blog lo antes posible y escribe sobre la idea, el mercado, la competencia, la tecnología, las metodologías… que estén relacionados con tu proyecto. No tengas miedo de que te puedan copiar porque al igual que tú has tenido una idea, todos tenemos muchas a lo largo del día.

Escribir te puede ayudar a muchas cosas:
A poner orden en tus ideas
A conocer otros bloggers afines a tu proyecto o tu rama
A crear una pequeña base de seguidores que más adelante se pueden llegar a convertir en los early adopter de tu negocio
A testear ideas
  • Paso 1.3: Empieza a trabajar tu networking
“Si caminas solos irás más rápido, si caminas acompañado llegarás más lejos”

Emprender no es una tarea fácil por lo que te conviene rodearte de los mejores y trabajar tu red de contactos.

Puedes twitear, usar linkedin… pero lo mejor que puedes hacer es acudir a eventos de emprendedores y salir de tu zona de confort para conocer a gente con tus mismas inquietudes y, si hay suerte, complementarias.


Paso 2: Formula tus hipótesis de solución y crecimiento

A partir del problema que has detectado debes trabajar en encontrar la mejor solución posible con los mínimos recursos necesarios, estamos hablando de una primera conceptualización de un MVP, Producto Viable Mínimo.

Además necesitas establecer una hipótesis básica sobre el crecimiento de tu negocio una vez esté en marcha. No hace falta hacer algo muy rebuscado pero es necesario conocer en qué tipo de mercado vas a operar para saber cómo puedes dirigir tu crecimiento. Conocer el tipo de mercado también te servirá para muchas otras fases del proyecto, por lo que vale la pena reflexionar sobre el tema durante todos los pasos del proyecto.


Paso 3: Esboza un primer modelo de negocio

Ya tienes una primera idea sobre qué problema vas a resolver, cómo resolverlo y como hacer crecer el negocio, es el momento de plasmarlo todo en un formato tan sencillo y tan potente a la vez como es el Business Model Canvas.

No te obsesiones con hacerlo perfecto, de momento solo estamos esbozando y jugando con las herramientas y conceptos. Haz unas cuantas pruebas de modelo de negocio y quédate con la más prometedora.

En esta fase seguramente habrás llegado a un mayor conocimiento de la idea, por lo que es positivo corregir y mejorar tus hipótesis sobre problema, solución y crecimiento.


Paso 4: Pon a prueba tus hipótesis de forma cuantitativa

Ya has trabajado bastante en tu idea y has conseguido plasmarla en 3 hipótesis. Tanto el problema como la solución son hipótesis testeables en una fase muy temprana del proyecto, no así el crecimiento, del que ya hablaremos en un próximo artículo.

Hay muchas formas de poner a prueba tus hipótesis pero existe una forma muy barata e interesante de hacerlo. Debes crear una web muy pero que muy sencilla en formato landing page (página de aterrizaje), en la que hables sobre el problema que has detectado y que estás trabajando en una solución de la que podrán ser los primeros en saber suscribiéndose a la web, con un call to action (llamada a la acción) muy claro.

En esta web debes instalar un código de Google Analytics para conocer las métricas fundamentales para comprobar tu hipótesis, la conversión, es decir del total de usuarios que han visitado la página cuántos se han registrado para conocer la solución.

Ahora toca comprar un poco de publicidad en Google Adwords, dependiendo del coste de las palabras claves de tu proyecto, te saldrá más o menos caro, deberían bastarte unos 50-100 € para hacer unas primeras pruebas y conseguir información interesante.

Puedes hacer unas cuantas pruebas cambiando el diseño de la página y el texto del mensaje para acabar de afinar.

Con estas pruebas tendrás los ratios de conversión, que si has acertado con el problema serán bastante altos. Además solo que existan usuarios que visiten tu web quiere decir que están buscando info relacionada con el problema. Es difícil fijar un ratio de conversión aceptable para decidir seguir con el proyecto, depende mucho del tipo de problema y del tipo de mercado. A más mercado disponible menos porcentaje necesario para poder hacer negocio.

Si los resultados han sido pobres puedes dedicarte a jugar un poco con todas las variables, diferente mensaje, diferente público objetivo, diferentes palabras clave… Pero no deberías gastar mucho más de 100€ para encontrar una respuesta convincente. Si la información no es positiva, mejor dejarlo ahí habiendo gastado un poco de tu tiempo y 100€ que seguir adelante con un producto/servicio que nadie comprará más adelante, todo eso que te ahorras.

Una vez estés satisfecho con los resultado debes repetir el mismo proceso pero con la hipótesis de la solución. Y te puede pasar lo mismo, que a la gente no le convenza la solución y pruebes a jugar con las variables una vez más, o que los resultados sean buenos y tengas un negocio prometedor entre manos.


Paso 5: Pon a prueba tus hipótesis de forma cualitativa

En esta fase ya contarás con un buen número de e-mails de toda la gente que tiene el problema que pretendes resolver y/o que la solución propuesta le ha interesado, es hora de ponerlos a trabajar.

Pídeles permiso para hacerles una serie de preguntas y prepara un cuestionario para entender todavía mejor el problema y acabar de ajustar la solución a sus necesidades.

En este paso no te puedes fiar de todo lo que te dicen (como dice House todos mentimos), porque ni siquiera ellos mismos tendrán muy claro sus respuestas. Pero si te debe servir para acabar de certificar que el problema existe y lo quieren solucionar, y que la solución que propones les gusta.

Una parte del cuestionario fundamental consiste en saber cuánto están dispuestos a pagar o si están dispuestos a pagar por la solución. No debe ser una pregunta abierta, sino proponerles una serie de opciones que ya habrás estudiado y fijado convenientemente al calcular los ingresos y costes en tu modelo de negocio.


Paso 6: Revisa tu modelo de negocio

Con toda la nueva información recibida es hora de actualizar tu modelo de negocio y hacer una versión más o menos definitiva (nunca será definitiva porque siempre estamos en beta).

Si tenías alguna duda es el momento de dejarlo todo lo más cerrado posible para que no hayan sorpresas.


Paso 7: Construye tu primer MVP, Producto Mínimo Viable

El papel lo aguanta todo así que lo mejor es probar nuestras hipótesis y modelo de negocio con una primera versión de nuestro producto o servicio, nuestro primer MVP, que publicaremos y publicitaremos convenientemente para conocer la realidad del mercado.

Si hemos seguidos los pasos nuestras opciones de éxitos estarán optimizadas, pero aun así no todo saldrá bien o no saldrá bien de ninguna forma.

Deberemos establecer una serie de métricas accionables que nos permitan obtener la mejor información posible del funcionamiento de nuestro negocio.


Paso 8: Plasma todo lo aprendido en un pequeño plan de empresa

No soy muy fan de los planes de empresa, he perdido mucho tiempo con ellos, pero es una herramienta todavía necesaria para algunas cosas y que nos permiten reflexionar sobre asuntos importantes.

Con toda la info que hemos obtenido en cada fase no será difícil trazar un los puntos básico de nuestro plan de empresa, a excepción de la parte operativa y financiera que necesitarán de mayor trabajo.
(Bonus) Paso 9: Pivotar o perseverar

Ya hemos pasado de la idea al negocio en 8 pasos básico, ahora toca medir todo muy bien, ir ajustando nuestro MVP y aprender de estos ajustes.

Periódicamente debemos revisar nuestras métricas y decidir si el rumbo es positivo y debemos perseverar en esta dirección, o en cambio las cosas no avanzan al ritmo necesario y nos debemos plantear pivotar nuestro modelo de negocio para alcanzar otros usuarios, dotar de nuestro producto o servicio de otros beneficios…

Como vemos no es un proceso sencillo y hay que trabajar mucho para conseguir pasar de una idea a un negocio. Lo bueno de seguir estos pasos es que continuamente nos enfrentamos con la realidad, lo que nos permite dejar un proyecto “malo” de lado lo más rápido posible para no gastar nuestro tiempo y dinero en algo que la gente luego no quiera.

Y si conseguimos sobrevivir a los continuos reality checks, nuestro proyecto y nuestra motivación ganarán peso pasito a pasito.




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