FUENTE: SARA, Guía práctica para la dinamización de espacios de desarrollo personal yprofesional para mujeres inmigrantes, BIBLIOTECA VIRTUAL DE CRUZ ROJA ESPAÑOLA
En cualquier relación y producción humana, se dan fenómenos de comunicación. Al hablar se comunica, al expresar emociones se comunica, al mirar se comunica, al escribir se comunica, al acudir a un lugar se comunica... cualquier forma de expresión, cualquier comportamiento, es comunicación, esté ésta más o menos estructurada oreglada, sea más o menos consciente. No existe, por tanto, la no comunicación.
La forma en que cada persona se comunica e interpreta la comunicación es, en gran parte, aprendida en su medio: cada sociedad, cada cultura, cada familia y, por último, cada persona, va modulando el cómo comunicarse y cómo interpretar los mensajes comunicativos en función de su "marco de referencia". Si cada cultura tiene una forma de comunicación e interpretación, cuando en un mismo medio coexisten varias culturas o, como es en el caso de la migración, se cambia de medio, es vital que se cuente con capacidad e instrumentos para que la comunicación sea intercultural, evitándose así malentendidos y desencuentros.
Este marco de referencia no es estático, sino que se transforma y evoluciona a lo largo de la vida y de las experiencias que va acumulando la persona. El contacto con otros y otras diferentes, o la experiencia migratoria, puede ser una fuente de enriquecimiento sustancial, y exige un esfuerzo, consciente o no, para flexibilizar y ampliar los esquemas de partida y procesar nuevas informaciones y conceptos en un marco adecuado.
Comprender a la otra persona diferente pasa, necesariamente, por la descentración cultural y la neutralización del etnocentrismo en una relación de igualdad, tanto por parte de la sociedad autóctona como por parte de las minorías étnicas y personas inmigradas.
Es importante tomar conciencia de la complejidad de la comunicación humana y de la influencia de los diferentes marcos de referencia culturales, sociales y personales.
Debemos distinguir dos grandes tipos de comunicación: comunicación verbal o digital y comunicación no verbal o analógica. Tanto una como otra están influidas culturalmente, y la manera de interpretarlas también. El hacer consciente la comunicación de tipo no verbal que se emite y se recibe y cómo se interpreta, ayudará a realizar un mejor análisis de posibles malentendidos e incidentes, ya que lo no verbal siempre refuerza, valida o invalida lo verbal (el idioma).
Es también interesante analizar la importancia de las expectativas en la comunicación, como es el caso de las “profecías que se autocumplen” y, los estereotipos y prejuicios que llevan a modelar los diferentes roles sociales, ya sean de género, en función del origen, de clase social, o de cualquier tipo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por visitar EL BLOG DE LA ORIENTACIÓN LABORAL y por tu comentario.
Saludos.